Capítulo 4. Versión original. Harta de las directrices de las grandes empresas de marketing, Caro Alvira decidió dar un golpe en la mesa y, con mucha valentía, montar un pequeño estudio de comunicación con una de sus compañeras y con su marido como confesor particular. En una finca rural cerca de Vic, Xevi Arcarons vio cómo ponían a la venta los terrenos que había frente a la masía donde había crecido, peligrando así la tranquilidad que había caracterizado la zona durante décadas. Con mucho esfuerzo, pudo realizar una oferta para comprar esos terrenos y los aprovechó para ganarse la vida. Montó una de las áreas de fiestas más bucólicas y lujosas de la Cataluña interior.